sábado, 28 de diciembre de 2019

Mini Escapada a Bariloche vía Córdoba 3/3

2029-Dic-28 Tercera y última parte de esta Mini Escapada a Bariloche. El Regreso.
Como figura en el Itinerario que aparece en la primer parte de este Reporte, el siguiente tramo se efectuaría en un vuelo de Flybondi. 
A continuación, la publicidad donde aparece la tarifa promocional para un vuelo de un solo tramo (one way) y que debí abonar.
Después de dejar el alojamiento, fui a desayunar al Café Azul en camino a la parada del ómnibus #72.
Fuera de los taxi o los transfer de las Agencias u Hoteles, el ómnibus urbano es la única forma de trasladarse de la Ciudad al Aeropuerto. Debido a su buen precio y a los escasos horarios, sus servicios van llenos. En la imagen aparece el vehículo al llegar al área de partidas.
 Captura del Boarding pass del celular.
Enseguida después de llegar a la Terminal, pasé a las Salas de Embarque. En Bariloche estas salas ocupan todo el largo del edificio con enormes ventanales hacia la plataforma y la pista,.Estas aberturas permiten una visión total de la plataforma, los aviones el movimiento del aeropuerto. A un costado, aun puede verse el antiguo edificio de la terminal. Los expertos dicen que entre este edificio y la planta de combustible acotan la ampliación de la Terminal. Y, si el tráfico de este aeropuerto aumenta, deberán tomar una decisión entre trasladar la planta o demoler la vieja edificación. Deseo que elijan la primera de las opciones.
A tiempo, llegó el vuelo FO-5444 de Flybondi, procedente de Córdoba y que me regresaría a esa ciudad. El avión era el B-737-8AS LV-HKS cn33.821/1698, bautizado Nelson.
Rápidamente nos llaman a embarcar. Este gran mensaje en la pared da la despedida a los viajeros. 
El vuelo estaba colmado. Se armaron varias filas en la puerta de embarque (por zonas). Cuando tocó mi turno ingresé a la manga. 
Pude ver el cockpit por un lado y el avión por el otro. 

A un lado de la puerta de embarque, los aviones llevan pintado el nombre del aparato. Vean también que había muchos pasajeros jóvenes, más egresados regresando a sus casas. Al igual que el vuelo de ida, éste estaba colmando de adolescentes. Cómo han cambiado los tiempos... cuando concreté mi viaje de fin de curso tardamos 32 hs. en llegar desde Buenos Aires a Bariloche. Ahora pueden estar en menos de dos horas en su destino.
No pude fotografiar a las TCP. Incluí, por tanto, una publicidad de la empresa donde aparecen un par de ellas con la actitud que quiere mostrar Flybondi.
Mi lugar, el asiento 6F, pagado con un voucher ganador de "la rapadita" en un vuelo anterior.
 Vista de la terminal desde mi ventanilla.
 Ubicándonos en cabecera 29 para partir.
 Lago Nahuel Huapi y la pista a lo lejos.

Después del despegue hicimos un giro al norte. Abajo el Embalse Alicurá.
Esta captura de Flightradar 24 lo confirma.
Jugué bastante con la aplicación en este vuelo. En las siguientes imágenes otra oportunidad de comprobar el funcionamiento. Abajo el PN Laguna Blanca y RP46 (Neuquén).
Continuando el vuelo, pasamos cerca de Zapala y se pueden ver las Rutas Nacionales 40 y 22. 
Compré un café y hojeando el Menú de flybondi, observé que además de gastronomía ofrecen algunos elementos de merchandising: calcos, llaveros, gorros, etc. 
Me llamó la atención este diminuto e inhóspito paraje en medio de la nada. Buscando en Google Earth encontré que se trata de Agua Escondida sobre RP190 en la provincia de Mendoza justo en el límite con provincia de La Pampa.
 Una linda imagen del motor en esta foto gran angular
Fui al WC trasero y en ese sector tomé esta selfie con el galley de fondo.
Aproximándonos al destino, el cielo comenzó a nublarse con algo de turbulencia
Para la aproximación y el aterrizaje desde el Norte, debimos pasar la ciudad por el oeste, sobre Tanti y Cosquín y hacer un giro en "U" sobre Salsipuedes. Todo este movimiento podemos seguirlo en las siguientes capturas de pantalla de flightradar24.
 Antes de aterrizar.
Foto de la Terminal al tocar tierra.
El operador de rampa nos dirige a la manga.
Desde el aeropuerto pude ver el avión estacionado en su posición. Caminando por las mangas y los pasillos nos cruzamos con los pasajeros para el siguiente vuelo a El Palomar.
El primer tramo de este viaje había concluido. Restaban algunas horas para el siguiente tramo, si me apuraba podría ir al centro de la ciudad a almorzar. 
Decidí quedarme tranquilo y almorcé en el Moka Deli del Aeropuerto.
Por fortuna, quedarme fue una buena decisión... a la hora, se desató una tormenta de lluvia y viento, con la cual me hubiese empapado. 
Después de terminar mi almuerzo, tranquilamente me dirigí a las salas de preembarque. 
Al final de uno de los pasillos, encontré una presentación publicitaria de la Bodega del Fin del Mundo con una réplica de la motocicleta que utilizó el Che Guevara en su periplo por sudamérica. No encuentro la relación entre ambas cosas... pero debe haber alguna.
Vista de ambas partes del Aeropuerto Ing. Ambrosio Taravella de la ciudad de Córdoba, tomada desde el edificio de Preembarque, al fondo el edificio de check-in.
Aguardando el momento de embarcar.
Boarding Pass virtual. Sé que este nuevo sistema de tener el TKT y la tarjeta de embarque en el celular es muy conveniente, me he adaptado a ello... pero extraño los tickets hechos a mano y las tarjetas de embarque de cartón.
Al caer la tarde, comenzó el embarque por puerta 5.
El aparato nos aguardaba en la manga, acababa de llegar de Iguazú en vuelo WJ-3331
El avión asignado era el LV-HVT cn8574 cn el Jaguar en su cola. Los pilotos se preparaban para mi vuelo, el WJ-3267.
No compré el asiento y se me asignó azarosamente el 16 D, antes que se ocupen los lugares junto al mío, tomé esta foto. 
Las luces del día se iban apagando, dejando una tonalidad azul en el cielo.

Cuando cerraron las puertas y como los asientos delanteros estaban vacíos. Solicité a una de las TCP cambiarme. Ella lo pensó unos segundos y dijo que después del despegue pase a la fila 15 (no a las filas de salidas de emergencias que tienen otro precio).

Cumpliendo los que me dijo la TCP, apenas despegamos y cuando autorizaron levantarnos, me pasé al asiento 15 A. Desde su ventana tomé esta foto.
En el momento de venta me compré un snack: papas fritas y gaseosa (la Pepsi Black era la más fría).
Aproximándonos a Buenos Aires.
Al momento de desembarcar, la cabina se llenó de vapor, producto de la diferencia de temperaturas entre el exterior y el interior. Era lógico afuera el termómetro llegaba a 28ºC.
Desde el ómnibus, pude tomar este foto del aparato que me acabada de traer desde Córdoba.
Mi día no pudo ser mejor: Desayuno en Bariloche, almuerzo en Córdoba, merienda en vuelo y cena en Buenos Aires. Además de probar dos aerolíneas low cost, cada una con su diferente estilo, método de trabajo y utilizando dos tipos de aviones contrapuestos: Boeing vs Airbus. Nada mal para un spotter. 
Ambas empresas aéreas -Flybondi y JetSmart- han revolucionado la aviación argentina en los últimos tiempos; con sus tarifas, sus promociones, sus publicidades, sus vuelos desde El Palomar o los vuelos interprovinciales (sin pasar por Buenos Aires), permitiendo que muchas más personas accedan al servicio aéreo.

2 comentarios:

  1. Buenísimo Juanjo! Me encantó este periplo de un solo día en Bariloche!
    Que bueno que te dejaron cambiar de asiento a la vuelta. Me encantaron las fotos de Buenos Aires de noche, con la luz del avión iluminando el motor.
    Ojalá muy pronto podamos volver a hacer viajes juntos! =)

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  2. Muchas Gracias Leo!!! Seguramente compartiremos otros viajes!!!

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